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Las políticas de la Administración para expulsar y poner en peligro a refugiados y solicitantes de asilo de Venezuela, Cuba, Nicaragua y otros países envían un mensaje de insensibilidad, crueldad y desprecio por los derechos humanos”, escribieron los senadores Bob Menéndez (D-N.J.), Dick Durbin (D-Ill.), Patrick Leahy (D-Vt.) y Ben Cardin (D-Md.) en una carta enviada el lunes al Departamento de Estado y al Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Entre octubre del año pasado y marzo de 2020, los últimos datos disponibles, el 64 por ciento de las solicitudes de asilo realizadas por cubanos y el 61 por ciento de las solicitudes de asilo realizadas por nicaragüenses fueron denegadas, según datos de los tribunales de inmigración obtenidos por el Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC) de la Universidad de Syracuse.
El 45 por ciento de las solicitudes de asilo de venezolanos, que huyen de la mayor crisis humanitaria de la región, también fueron denegadas. Y un asombroso 89 por ciento de los solicitantes de asilo de Haití, un país no mencionado en la carta pero plagado por la pobreza, la violencia de las pandillas y la inestabilidad política, vieron como los jueces de inmigración de Estados Unidos negaron sus peticiones.
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